Tenemos una gran misión

2da de Pedro 1:3
Dios nos ha concedido todas las cosas que necesitamos para vivir según su voluntad. Por esta razón debemos mantenernos como guerreros espirituales; tomando las armas espirituales (fe, oración, evangelio, verdad, justicia, salvación), las cuales poniéndolas en práctica nos ayuda a derrotar el enemigo, el Goliat que nos ataca. (Efesios 6:12-17) y logrando que fluyan en nosotros los frutos del Espíritu para pelear la buena batalla de la fe. (1 Timoteo 6:11-12)

Somos responsables de llenar el Reino de Dios con las almas perdidas, a las cuales está dirigido el propósito de salvación, puesto que Jesús vino a buscar todo aquel que estaba separado de Dios y nosotros somos árbol que da fruto, porque de lo contrario seremos cortados y echados al fuego.

Crucifiquemos la carne para no ser arrastrado por el maligno.